A veces, cuando usamos herramientas de limpieza (escobas, mopas, fregonas, paños…) tenemos la sensación de que en vez de limpiar, estamos ensuciando. Esto se debe a que las herramientas que estamos utilizando no están limpias. Por eso es importante saber cómo limpiar y conservarlas. Hoy vamos a hablar de cómo limpiar la mopa, una herramienta a medio paso entre la escoba y la fregona que nos sirve para mentener el suelo limpio, sin polvo y que no requiere mucho trabajo (en comparación a la fregona y el cubo).

Se trata de un útil de limpieza cómodo, que se adapta a cualquier tipo de superficie y elimina el polvo y las virutas del suelo sin apenas esfuerzo. Es un producto rentable y duradero siempre y cuando sepamos conservarlo y mantenerlo en las condiciones adecuadas. Al igual que ocurre con las aspiradoras y las bolsas, es importante conocer los recambios de mopas que hay en el mercado para cada modelo; para que así encaje bien y realice su función de la mejor manera posible.

Existen mopas y recambios de diferentes tipos que serán adecuados para un tipo de superficie:

  • Algodón.
  • Microfibra.
  • Sintético.
  • Hilo.

Para saber que la mopa elegida es eficaz, nos fijaremos en que se ajusta a la medida correcta y al formato de limpieza. Por eso es importante conocer los tipos de medidas en función de la utilidad que vayamos a darle. Para limpiezas profesionales, como es nuestro caso, utilizamos mopas cuyas medidas varían entre 80 y 100 centímetros. Si lo que buscas es una mopa para la limpieza de tu hogar o de espacio pequeños, la medida debe estar entre los 40 y 60 centímetros.

Cómo limpiar la mopa

Al utilizar la mopa para limpiar el polvo, es normal que se ennegrezca y se ensucio y, como consecuencia, pierda poco a poco su eficacia a la hora de limpiezar. Por eso es importante saber cómo limpiar la mopa.

Un truco para conservarla durante más tiempo es envolverla en una bolsa de basura (o de plástico) y cerrarla muy bien. Podemos usar cinta americana para cerrarla. Una vez cerrada, la envolvemos de nuevo pero esta vez con otra gasa de mopa y ya la tendríamos lista para usar. Con esto evitaremos que, al echar productos de limpieza sobre nuestra mopa, esta se empiece a oxidar o ennegrecer.